El crecimiento económico de Arequipa trae consigo un problema a gran escala: el aumento de basura y el recojo de la misma. En la quincena de marzo, un estudio realizado en diferentes distritos de la ciudad, arrojó que hace cinco años, un poblador generaba un poco más de un cuarto de kilo de residuos, ahora produce entre medio y tres cuartos de kilo, una cantidad que se asemeja a las grandes urbes.

Esto también se ve reflejado en el recojo de desperdicios; por ejemplo, hace cinco años, en el distrito de Alto Selva Alegre diariamente se recogían 30 toneladas de basura, hoy se recogen 45, lo mismo en el distrito de José Luis Bustamante y Rivero, que ha pasado de 50 toneladas a 80 toneladas diarias de basura.

Complicaciones Sanitarias

Lo que complica aún más este escenario, es que gran porcentaje de los residuos desechados son orgánicos, los mismos que frente al inclemente sol arequipeño y al rápido proceso de descomposición que tienen se convierten en un riesgo latente para la población. Al respecto Elmer Cruz, Director Ejecutivo de Salud Ambiental de Arequipa comento: “Si los municipios no cuentan con un óptimo sistema de recolección y tratamiento de residuos, definitivamente esto es un riesgo para la población en general”.

Si bien se han implementado diferentes planes para evitar los altos índices de contaminación y proliferación de basura, muchos de estos no han sido completamente exitosos, debido a dos factores claves: la falta de campañas efectivas para concientizar a la gente, el poco presupuesto destinado para la continuación de estos planes y los malos hábitos de la población en general.

Con la finalidad de mantener el higiene en las calles y conservar los residuos orgánicos fuera del alcance de los canes, recicladores informales y de la radiación solar hasta su eliminación definitiva, distritos como Paucarpata, José Luis Bustamante y Rivero, Mariano Melgar, Alto Selva Alegre entre otros, han decidido “contenerizar” la basura para evitar que la misma pueda ser un foco de infección.

Al respecto Marco Aucapuri, Sub Gerente de Limpieza Pública y Salud Ambiental de Selva Alegre, comentó que en todo el distrito se han puesto alrededor de 800 contenedores, lo que ha disminuido la basura en las calles, sin embargo el problema que ahora afronta este municipio, es la limpieza de estos envases, que por ser un número elevado y por no contar con el personal humano suficiente, muchas veces condensa olores desagradables que obliga a los usuarios a mantenerlos cerrados y a optar por colocar la basura al costado de los mismos. Al respecto dijo: “Por el momento tenemos el problema de limpiarlos todos días, por lo que a futuro pensamos adquirir unos caminos sanitarios que se encarguen del lavado a presión de estos envases”.

Caso contrario es lo que ocurre en José Luis Bustamante y Rivero, Eloy Zegarra Sub Gerente de Servicio a la Ciudad de este distrito, comentó que los escasos 100 contenedores que poseen, reciben un adecuado tratamiento con suministros industriales y que los mismos están ubicados solo en zonas concurridas, siendo el mercado Avelino Cáceres el que cuenta con buena parte de ellos, sin embargo los fines de semana, los contenedores son insuficientes debido al incesante comercio que se realiza en esta zona, razón por la cual las compactadoras realizan hasta tres turnos en un solo día para recoger la basura.

Otros problemas

A pesar de que estas medidas de salubridad han sido tomadas para el bienestar de los pobladores, muchos de ellos han contribuido al rápido deterioro o desuso de los contenedores. En el Distrito de Mariano Melgar, en horas de la madrugada, gente coloca desmonte o escombros, lo que muchas veces por el peso perfora las bases y los vuelve inservibles, en el mismo distrito jóvenes desadaptados han quemado los recipientes, a la fecha este distrito ha perdido 35 contenedores en total.

En el Distrito de Paucarpata la situación es especial; sólo hay 50 contenedores pero más de la mitad de estos permanecen en óptimas condiciones porque la gente se niega a caminar una distancia prudente para colocar la basura dentro de los mismos, optan por seguir dejando la basura en los frenteros de las casas o botando la misma en la torrentera. Por otro lado, también están los contenedores que permanecen más de una semana rebalsando de basura.

A pesar de esta iniciativa, los ciudadanos que son los principales beneficiados, no dejan de manifestar su descontento por la forma en la que se viene manejando este tema, pues la mala organización, la falta de recursos y mano de obra para atender este problema, lo único que generan en más contaminación y desorden.